El uno y el otro…

Hoy voy a comparar el crecimiento de un mismo niño bajo dos núcleos familiares distintos. Por un lado un niño de la clase media Argentina, por otro lado uno de la clase baja. Al final podremos obtener jugosas conclusiones y quizás este análisis no permita darnos cuento lo lamentablemente lejos que estamos de encontrar soluciones.

• Uno crece viendo a sus padres trabajar, por lo general papá sale temprano y llega de noche y mamá trabaja medio turno. El otro crece viendo un papá ausente, o en estado vegetativo por las drogas y una mamá joven con demasiados hijos que mantener y mucho trabajo indigno que ejercer.
  
• Uno tiene un papá trabajador y compañero, el otro tiene un padre violento, vicioso y vago.
  
• Uno tiene una mamá que lo atiende, cariñosa y dulce, el otro tiene una mamá que apenas se sabe su nombre, ignorante, abusada, golpeada, maltratada y sin tiempo para caricias y juegos.
  
• Uno crece entre juguetes, el otro crece entre “fierros” y “chuzas”.
  
• Uno crece en una familia constituida por papá, mamá y hermanos, a lo sumo abuelos. El otro crece es una familia compuesta por todos los que puedan entrar en la casa, constituida entre incestos, abusos y degeneraciones.
  
• Uno se junta con compañeros en la guardería o jardín, el otro se junta con compañeros en la calle.
  
• Cuando llueve y hace frío uno está bajo techo seco y con calor, el otro esta bajo chapa mojado y con frío.
  
• Uno juega a ser soldado o policía, el otro juega a ser ladrón.
  
• Uno no ve a papá porque esta de viaje de negocios, el otro no ve a papá porque esta preso.
  
• Uno tiene ídolos y héroes que ve en la tele, con capa y antifaz e idolatra que sea fuerte y salve gente, el otro tiene ídolos que ve en el barrio, con revolver y cara descubierta e idolatra que aborrezca a toda clase social y mate gente.
  
• Uno tiene estudios universitarios asegurados, si quiere, el otro solo empieza con la primaria, si puede.
  
• Uno corre entre los árboles, escapando de un papá, nono o tío monstruo, el otro corre entre los ranchos, escapando de monstruos de verdad.
  
• Uno crece respetando reglas, el otro crece violándolas.
  
• Uno tiene una sola alternativa: estudiar, el otro tiene tres: mendigar, robar o trabajar.
  
• En uno fomentan el deporte para sociabilizarse y no tener obesidad infantil, en el otro fomentan odio hacia la sociedad y padece desnutrición infantil.
  
• Uno crece cantando canciones infantiles que aluden a la familia, los hermanos, los amigos e historias de cuentos, el otro crece cantando cumbia que alude a la delincuencia, a la droga y al uso de armas.
  
• Uno pregunta: “¿que comemos hoy mamá?”, el otro pregunta: “¿comemos hoy mamá?”
  
• Uno usa plasticola, el otro usa poxirran.
  
• Uno apenas conoce su cuadra y su vereda, el otro conoce los barrios donde se roba mejor.
  
• Uno usa Paco, el otro lo fuma.
  
• Uno tiene zapatillas con cámara de aire, el otro tiene el talón curtido.
  
• Uno crece pateando pelotas de fútbol, el otro crece pateando la calle.
  

Entonces… que hacemos con esta gente?, como solucionamos este problema?. La raíz esta podrida y el árbol da frutos espantosos… pronto esto va a ser un caos total.